La dieta keto no pasa de moda, y le ha traído grandes beneficios a muchísimas personas alrededor del mundo, sin embargo es necesario que todos entiendan que no es una dieta para todos.
Muchos llegan a la consulta preguntando si esta es la opción más rápida y maravillosa para bajar de peso. Puede que sí sea la más rápida -en algunos casos-, pero para otros puede no ser la más fácil. Algunas personas al restringir toda fuente de carbohidratos como frutas, granos, pan, tubérculos, leguminosas, tortillas, etc, podrían experimentar reducción de masa muscular, aumento de ansiedad, mal humor, poca concentración etc.
Mientras que otros que sí logran encontrar en esta dieta, un estilo de vida, pueden experimentar regulación en hormonas, pérdida de peso, menos ansiedad, regulación de insulina, y glicemia.
Por medio del déficit calórico, al igual que las demás dietas. Solo que en este caso, el cuerpo utiliza las grasas como combustible, ya que no hay SUFICIENTES carbohidratos disponibles. Aunque el cuerpo utilice otro tipo de «combustible», no significa que no debamos estar en déficit calórico para perder grasa.
Al inicio, verán una pérdida de peso acelerada dada a que al dejar de consumir carbohidratos, el cuerpo perderá líquido, que es peso. Después de esa fase, se pueden empezar a ver cambios a nivel de grasa corporal.
Funciona como un estilo de vida, no es una dieta para realizar por un mes, 15 días. Es mucho mejor si se toma como un estilo de vida sin fecha de caducidad, por que el proceso para re introducir carbohidratos debe hacerse con cuidado de manera cautelosa para que no haya una recuperación de peso brusca.
-Abusar de la proteína, pensar que una dieta cetogénica es igual a hiperprotéica es un error. El cuerpo puede producir 57g de carbohidrato a partir de 100g de proteína. Un exceso de proteína también puede significar un exceso de calorías en muchos casos, provocando que no estemos en défici calórico.
-Abusar de las grasas saturadas, una dieta sin carbohidratos pero alta en grasa saturada, definitivamente NO es una dieta saludable. ¿Cómo podríamos pensar que una rebanada de pan o la avena es dañina, cuando veo a gente agregarle crema dulce al café, comer cantidades exuberantes de tocineta, quesos maduros altos en grasa saturada, aceite de coco a cucharadas a diario?
-Comer frituras, pensando que mientras no tenga carbo, está bien. Fritura es fritura, aceites hidrogenados, que nuestro cuerpo los convierte en grasas trans, que se reciben como grasas saturadas.
-Comer a diario postres o helados keto, altísimos en calorías.
Una dieta cetogénica saludable, ha demostrado reducciones en niveles de triglicéridos, colesterol LDL y aumento en colesterol HDL. Pero únicamente si se consume de manera saludable.
-Incluyendo bastantes vegetales, 20g de carbohidratos son permitidos, y preferiblemente estos deben de venir de vegetales.
-Basar la fuente de grasas en alimentos saludables como aceite de oliva, semillas, aguacates, linaza, chia, aceitunas.
-El consumo de grasa saturada debe ser con moderación y sin abusar, es decir: una tirita de tocineta no todos los días, queso maduros o altos en grasa una vez al día como máximo. Preferir carnes o proteínas semi grasas o magras y agregarles grasas saludables en la preparación.
-Todo basado en el requerimiento de cada quién-
Una opción para todos aquellos que quieren intentar reducir los carbohidratos pero no someterse a una dieta cetogénica que implica tantas restricciones, está llevar una alimentación baja en carbos pero no nula. Es decir mantener un consumo de frutas fibrosas y carbohidratos complejos en baja cantidad, utilizándolos alrededor del ejercicio con el fin de proteger masa muscular y mantener rendimiento deportivo.
Y si usted ama el arroz, las frutas, la avena, y los carbos en general, esta no es una dieta para usted. Si quiere perder peso y grasa, puede seguir consumiendo todos esos alimentos siempre en las cantidades acordes a su objetivo y requerimiento en compañía del ejercicio.
Y esto siempre en acompañamiento de un profesional de nutrición que se asegure de cumplir con sus necesidades energéticas, gustos, preferencias y hábitos diarios.