No se trata sólo de leer las etiquetas de los productos, si no de entenderlas realmente. Las decisiones que tomemos a la hora de comprar un producto empaquetado van a ser mucho mejores si logramos entender lo que realmente estamos consumiendo.
La industria siempre va a intentar “acomodar” la tabla nutricional de manera que se vea “menos mala” para que uno diga: ¡Ah mirá, 20 calorías apenas!
Pero si siguen leyendo, ¿20 kcal en todo el paquete? No, en 20 militros de todo el refresco. Osea, un traguito apenas.
Por eso, si quieren aprender a entender las etiquetas el paso #1 va ser: leer los ingredientes.
¿En qué nos fijamos?
Por ejemplo, si el primer ingrediente es ‘Harina enriquecida de trigo’ esto significa: harina blanca, o sea producto con carbohidrato de rápida absorción y poca o nula fibra. Además es fuente de trigo, primer indicador si hay alergias o intolerancias.
Si el segundo ingrediente es azúcar: carbohidrato simple. Acá empezamos analizar si consumir azúcar se ajusta a nuestros objetivos.
Si entre esos ingredientes dice: ‘aceite vegetal, aceite de palma’ quiere decir que es un aceite muy procesado, que lo único que hace es mejorar textura, potenciar sabor pero que mi cuerpo no lo va asimilar como algo saludable.
Otro indicador de que no es un producto saludable: lista interminable de ingredientes. Imagínense, el proceso por el qué pasó ese producto para llegar a su etapa final teniendo una lista así. Ahora pobre nuestro cuerpo, el trabajo que va a tener que hacer para poder asimilar tanta cosa innecesaria.
✔️Busquen un producto que tenga pocos ingredientes (3 a 5)
✔️ Que sus ingredientes principales sean carbohidratos complejos o integrales: avena, quinoa, papa, camote, arroz integral.
✔️ Que preferiblemente no contenga azúcar, caña de azúcar, agave, jugo de azúcar, sirope de maíz de alta fructosa, glucosa, etc. El azúcar se disfraza de mil maneras. Y si contiene este ingrediente debemos fijarnos en la cantidad de azúcar por porción. Más adelante les indico qué es lo más indicado.
✔️ Que sus ingredientes fuentes de grasa sean: aceite de oliva, aceite de aguacate, linaza, chia, coco, maní, semillas.
✔️ Si es un jugo, que su principal ingrediente sea la fruta, y que no diga ‘pulpa de piña’ porque eso en otras palabras es: azúcar sabor a piña
Y de más está decirles, que los mejores alimentos son aquellos que no requieran etiqueta. Entre más natural comamos, más nuestro cuerpo nos lo agradece. Sin embargo muchas veces por practicidad vamos a necesitar consumir algo de paquete.
Esto es a modo general, pero recuerden que lo más importante siempre son los ingredientes y la porción.
La manera de identificar si un producto es bueno para mí va a depender de qué tipo de alimentación tenga, si es más baja en carbos o más alta en grasa, y de cuáles sean mis necesidades y objetivos. Todos somos diferentes y tenemos objetivos diferentes.
Y recuerden, entre menos paquetitos tengamos en la alacena, más nos obligamos a prepararnos nuestras propias meriendas.
Si te queda alguna duda, dejala en los comentarios.
Compartilo, entre más conciencia tengamos de lo que estamos comiendo, más nuestro cuerpo lo agradece.