Sabemos que el tiempo lo es todo. Muchas veces no podemos desayunar de manera completa porque tenemos que salir casi que corriendo a la oficina o la universidad.
Pero la planificación es la mejor solución. El no desayunar completo, automáticamente provoca que nos mantengamos durante el día sintiendo mucha hambre, con ansiedad, aumentando la probabilidad de que comamos lo primero que veamos en la maquinita del trabajo, o en el supermercado más cercano.
Por eso, hoy les traigo 4 recetas fáciles para preparar el desayuno desde la noche anterior o días antes.
Algo así como un omelette en forma de muffin. Súper fácil de hacer, y práctico para guardar en la refri y nada más sacar y recalentar en el hornito o en el microondas.
Mezclas 2 huevos (o 1 huevo + claras), + chile dulce, cebolla, espinaca, tomate o lo que quieras, puedes agregar queso o pechuga de pavo. Pones la mezcla en un molde para muffin, horneas por 8-12 minutos, y los congelas.
Al día siguiente solo los sacas y lo metes un par de minutos en el microondas o 5 minutos en el hornito. Lo puedes acompañar con tortillas, frutas, aguacate o algún otro carbohidrato.
Hace días publiqué recetas diferentes de pancakes, que puedes revisar aquí que funcionan igual para los waffles. La única diferencia es que debes agregar menos líquido porque la consistencia de la mezcla sea más espesa y te queden más tostaditos.
Podés hacer muchos, y tenerlos congelados. En la mañana mientras preparas el café o té, lo pones en el hornito o en la tostadora.
En un envase de vidrio mezclas:
Esa es la receta base; a eso le puedes agregar cocoa sin azúcar, canela, vainilla, nuez moscada, proteína en polvo, etc. Y los refrigeras toda la noche. Al día siguiente le puedes agregar yogurt griego, o alguna fruta.
Es simplemente de tomarlo de la refri y llevártelo. La chía hace que la avena quede súper cremosa y espesa.
Los huevos duros, pueden ser la mejor solución. Podés hervir varios huevos, dejarlos en la refri y acompañarlos con pan tostado y aguacate, galletas de arroz, galletas integrales, frutas o gallo pinto incluso.
Estas ideas pueden salvarte de tener que desayunar una simple barrita, galleta o repostería poco saludable. Lo único que ocupas es planificar tus comidas con anticipación. Además es una manera buenísima de ahorrar dinero mientras cumplís tus metas.
Recordá que todos tenemos requerimientos y estilos de vida distintos, por lo que estas porciones pueden variar. Para una dieta más específica, siempre consultá a un Nutricionista.
¡No olvidés compartir estas ideas que pueden ayudar a muchos!