Todos solemos tener días en los que nos sentimos cansados. Sin embargo, esto no debería de ser siempre. Y este es uno de los motivos en común en la consulta.
Es normal sentir un poco de sueño de vez en cuando, tomando en cuenta nuestras actividades cotidianas. Pero esto no debería ser algo que se siente todos los días, especialmente si estamos teniendo suficientes horas de sueño.
El consumo de muchos carbohidratos simples o refinados, como reposterías, confites, pan blanco (solo), arroz blanco, queques, postres, se digieren muy rápido, provocando que al ingerir estos alimentos sintamos un impulso de energía muy rápido, y luego de un pronto a otro nos sentimos cansados otra vez. Es por esta razón que se recomienda incluir carbohidratos complejos con un alto contenido de fibra en nuestra alimentación y acompañarlos de proteína y grasas saludables.
La fatiga puede ser un síntoma de muchos problemas de salud, como la enfermedad hepática y renal, el cáncer, la inflamación crónica y la anemia (una deficiencia de glóbulos rojos). Estar cansado no significa necesariamente que tenga alguna de estas condiciones, pero puede ser un efecto secundario.
Además, ciertas deficiencias de vitaminas pueden provocar fatiga, incluida la falta de hierro y vitamina D. Si se experimenta somnolencia grave durante el día, incluso cuando se está obteniendo un sueño de calidad, asegúrese de hablar con un médico. Puede ser muy sencillo descartar cualquier enfermedad seria, permitiendo descubrir otras formas de aumentar la energía
Nuestro cuerpo necesita consumir energía para que emita energía, y eso significa calorías. Si te estás saltando comidas o limitando la ingesta de alimentos, es posible que encuentres que eres particularmente lento a la hora de desarrollar las actividades diarias. Probablemente porque el cuerpo está luchando para mantenernos despiertos, sin tener suficiente combustible para funcionar. Las frutas y verduras, junto con los granos, las proteínas y las grasas saludables ayudarán a mantener tu cuerpo en movimiento Lo mismo pasa por no tomar suficiente líquido. Se ha demostrado que una deshidratación leve podría reducir el estado de ánimo y la energía. Así que aseguráte de que estás bebiendo durante todo el día.
En primer lugar, establecer un horario de sueño es vital para combatir la fatiga. Intenta irte a la cama a la misma hora todas las noches y levantarse a la misma hora de la mañana. Por supuesto, esto no siempre es fácil y está bien tener una mala noche de descanso de vez en cuando, pero intenta hacer lo mejor para cumplir con el tiempo específico.
Asegúrate de que estés buscando comidas saludables, concentrándote en un menú con muchos productos. Optar por la combinación de proteínas, carbohidratos y grasas, como mencioné anteriormente, ayudará a mantener la energía estable durante todo el día. ¡No olvides la botella de agua tampoco!
Además, se ha demostrado que el ejercicio aumenta las mitocondrias (células productoras de energía) que mantienen funcionando las células de su cuerpo.
El ejercicio, en particular como los intervalos de alta intensidad, pueden ayudar con el mantenimiento de las mitocondrias. Las endorfinas que sentirás después del sudor también te darán un poco más de energía.
¿Te queda alguna duda? Déjame tu comentario y hablemos. 🙂